En Carricoche, tratamos cada vehículo que catalogamos, como una auténtica obra de arte, una pieza única que representa el esfuerzo de marcas, empresas y hombres, en tareas tan titánicas como movilizar a masas, cautivar con diseños maravillosos, o hacer soñar a niños y adultos con gestas heroicas o deportivas.
Por eso, ponemos todo nuestro empeño en estudiar su vehículo, contemplándolo de la única manera para la que nosotros es posible: como una obra de arte.
Arte






Velocidad
El mundo del automóvil y la motocicleta, viene asociado sin lugar a dudas, desde sus inicios, a la velocidad. Una velocidad entendida por Carricoche, de manera atemporal, sin prisas, sin rapidez. Vehículos con diseños aerodinámicos trazados de forma alternativa entre rectas y curvas. Puro dinamismo que permanece invariable con el paso del tiempo. Desde principios del siglo XX hasta nuestro días. Diseños que incluso en parado, transmiten sensación de velocidad. Todo ello reducido a dos palabras: Simplemente Veloz.
Esa es la razón por la que entendemos mejor que nadie, como hacer vehículo histórico un vehículo deportivo, automóvil o motocicleta.
Minimalismo
En Carricoche, nos esforzamos en revindicar la sencillez de las mecánicas, la belleza de lo ligero, los diseños ínfimos y el sonoro petardeo de los motores de 2 tiempos.
Pasión, arte y velocidad, conjugados en un minimalismo casi etéreo, sutil y sublime, que llega hasta nosotros desvencijado y abandonado.
Porque nos gustan los retos, nos hemos propuesto resucitar los viejos ciclomotores olvidados en los graneros de las fincas, en los corrales de los pueblos o en los patios de las casas.





¿Cuál es tu personalidad Classic?
Todos los que amamos los vehículos clásicos, nos encontramos motivados por una atracción especial que nos conduce hacia un tipo de automóvil o motocicleta determinada. Puede ser un recuerdo de la infancia, una fotografía de tu abuelo con aquella motocicleta que compró cuando empezó a trabajar, un poster de un deportivo sobre la cabecera de nuestra cama o simplemente aquella película en la que nos enamoramos cuando el protagonista besaba a la chica en aquel Cadillac descapotable.
En definitiva, vivencias que hacen que desarrollemos un perfil, una personalidad que define el tipo de vehículo que soñamos tener.